viernes, 11 de diciembre de 2009

Transición que debería tomar México



Por Patricio Rebollar

“El presidencialismo en México se ha agotado. Tenemos un sistema presidencial que privilegia la competencia y la fragmentación política por encima del trabajo legislativo y la cooperación entre los poderes del Estado. Debemos encontrar una solución de manera urgente, diría yo, inmediata.”

Santiago Creel Miranda

¿Cuál es esa solución? Así como Santiago Creel Miranda (de derecha) y Porfirio Muñoz Ledo (de izquierda), coinciden en que México debería tomar un sistema político nuevo, hemos visto que la fractura mexicana, desde su democracia, ha generado una transición democrática tanto en la izquierda como en la derecha, pero ambas se enfrentan continuamente al problema que han tenido desde sus inicios. La derecha necesita liberalizarse y la izquierda democratizarse (en sus elecciones internas), mientras no suceda eso y no exista una “educación política, la democracia se vuelve un sorteo [1]”

El sistema político nuevo, que podría acoplarse más a la situación actual de nuestro país, es el mismo que Francia a mediados del siglo XX instauró. Fue un tercer modelo que combinó principios de organización del poder tanto del sistema presidencial, como del sistema parlamentario. Se trata del diseño colectivo de la Quinta República Francesa, fundada en 1958. Este diseño colectivo es llamado sistema sempiresidencial.

Entonces nos preguntamos, ¿Qué es el sistema semipresidencial? Para responder a la pregunta debemos entender la definición de su creador. El semipresidencialismo es un término empleado por primera vez por el politólogo francés Maurice Duverger, en su obra titulada “Instituciones políticas y derecho constitucional”. Con este se designa a un sistema político, en el que un presidente elegido por elecciones populares, colabora con un Primer Ministro y un gabinete, responsables ante la asamblea legislativa.

Esto quiere decir, que en el sistema semipresidencial, el Poder Ejecutivo se divide en presidente de la República o jefe de Estado, electo de manera directa y, un primer ministro o jefe de gobierno, nombrado por el Parlamento. El presidente o jefe de Estado, comparte el Poder Ejecutivo con un Primer Ministro, estableciéndose una estructura dual de autoridad con los siguientes criterios definitorios: a) El presidente es independiente del Parlamento, pero no se le permite gobernar solo, pues su voluntad debe ser canalizada y procesada por medio de su gobierno y b) El primer Ministro y su gabinete son independientes del presidente, pero dependen directamente del parlamento, por este motivo están sujetos al voto de censura y al voto de confianza, por lo que requieren para su permanencia el apoyo de la mayoría parlamentaria.

También existe la opinión de Pablo Gómez, coordinador de los diputados del PRD (2004), el cual ofreció una lista de las modificaciones que el país requiere para una mejor gobernabilidad y de entre ellas destacó que un sistema parlamentario, similar al francés, con un primer ministro, "tendríamos más problemas que los que tenemos ahora con un Presidente tan débil políticamente.” (Refiriéndose a Vicente Fox). No somos los únicos que apoyamos el sistema semipresidencialista en México, difiero de Pablo Gómez, puesto que en México hemos vivido un sistema presidencialista bastante tiempo, si no nos ha funcionado, porque no podríamos tratar de modificar, afianzarnos al sistema francés, aprender de la manera en la cual ellos han conllevado dicho sistema, el cual lo ha llevado a poder ser un país primermundista, y tal vez México podría madurar políticamente, teniendo una educación política más firme, estable, eficiente, que incremente un desarrollo político para poder llevar a México a ser la potencia que podría ser, tenemos lo necesario; mano de obra, materia prima, dinero, tecnología, un país vecino poderoso, ¿Por qué no aprovechar todas las ventajas que tenemos?
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[1] Frase de Emilio Chuayffet Chemor, coordinador del PRI en la cámara de diputados, 2004

11 comentarios:

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  2. José Roberto Alatorre11 de diciembre de 2009, 10:33

    Un debate que lleva años obre la mesa. Un debate en el que no se discute si debemos o no cmabiar el tipo de gobierno en nuestro país, sino a que tipo de gobierno debemos cambiar.
    Al igual, debemos de hacer modificaciones a este tipo de gobierno apra implementarlo en una sociedad tan diferente a la francesa como es la nuestra, la mexicana. Una sociedad muy heterogénea, un sistema federal y un pasado lleno de agujeros electorales. Que tál, ¿implementar un voto constructivo de censura para el Primer Ministro como en el Parlamentarismo Alemán? O, ¿alguna implementacioón que asegure el apoyo del Parlamento y que éste se encuentre fragmentado por convicciones políticas, mas no por intereses individuales?

    Una publicación que nos golpea inmmediatamente la conciencia colectiva e individual del deber de cmabiar nuestra cultura política, la cual esta obstruyendo nuestro desarollo como nación.

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  3. También soy de la idea de un fascismo opresor adecuado a la época, donde se haga crecer la economía en el país, se eliminen sindicatos y haya una mano firme y dura que oprima cualquier movimiento en contra de un gobierno del cambio. Pero creo que la manera más civilizada es ser un buen demagogo, convencer al Congreso de la Unión y a las Legislaturas locales para poder hacer una reforma al librito llamado constitución y poder implementar tal sistema semipresidencial.

    Como tu dices, adecuado a la sociedad mexicana que es muy distinta a la francesa, pero creo que definitivamente podríamos madurar políticamente.

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  4. Fernando Morales Unda11 de diciembre de 2009, 12:22

    Creo que cada vez que decimos gobierno caemos en un error refiriéndonos únicamente al ejecutivo, no comparto la idea de un sistema presidencialista, y tampoco comparto la idea de una eliminar las instituciones gremiales, sino de reformarlas y modificar un tanto su estructura, ya que es el medio por el cual la gente alza la voz con sus patrones, creo que un sistema como el de nuestra actualidad pero llevado a un extremo no tan opresor podría funcionar.

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  5. Juan ManuelRebollar dijo...
    Todas las ideas son buenas y más si se encuentran enfocadas al beneficio colectivo. Estimo que en la actualidad, vivimos una crisis de valores y ello nos lleva a que en mayor o menor medida, en cada País reine el interés por el beneficio particular de quienes detentan el poder, ya sea público o privado. La solución, compleja. Tendrá que seguir pasando el tiempo hasta que aparezca una generación que valore más la colectividad que la individualidad, que considere primero a quienes menos tienen sin quitarle a quienes ya lo tienen. Idealista pero posible.
    Juan Manuel Rebollar

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  6. Estimados amigos, me da muchísimo gusto saber que poco a poco va creciendo el blog y se empieza a enriquecer con diferentes opiniones, el artículo que estamos comentando me parece que genera un interés especial en varios de nosotros, estamos hablando precisamente de la reforma del Estado mexicano. Propongo, de la manera más atenta que nos reunamos en estos días para una tertulia del capítulo y comentemos sobre el Semipresidencialismo, es más, podemos invitar a algún maestro que nos de su punto de vista, yo me puedo encargtar de eso, o como ustedes lo prefieran, pero podemos aprovechar estos días de vacaciones para hacer algo así, qué les parece???

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  7. Fernando Morales Unda21 de diciembre de 2009, 9:17

    Patricio y Salvador, ¿ podrían hacer al favor de convocar a una junta dentro de esta semana vía mail? discutir este y algunas de las otras publicaciones dentro del blog, me parece que es algo que deberíamos de realizar dentro de la semana en curso. Sin mas espero su respuesta y atención a la convocatoria.

    Saludos.

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  8. José Roberto Alatorre20 de enero de 2010, 22:17

    Anónimo, eres más cobarde por decir una "argumneto" idiota y esconderte.

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  9. Fernando Morales Unda21 de enero de 2010, 8:23

    la verdad sí, "bola de pendejos", la gente exigua de conocimientos, esmirriada de un ambiente competente para todos los mexicanos, carente de ideales y visiones y menguada por su "increíble" sentido de lo que su escasa realidad limita a ver, tienes razón... lamentable pero cierto.

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  10. Patricio Rebollar

    Dicen que algo no es bueno hasta que tiene gente en contra de él. Gracias Anónimo, ya nos diste un escalón más de ventaja.

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